En la primera parte y en los primeros 10-15 minutos de la segunda, podría haber pasado cualquier cosa, pero a partir de ahí, el Betis ya no pudo más físicamente y el Barça empezó a hacer lo que mejor sabe, mover, mover y mover, hasta encontrar el "abujerito" por donde colarla, además, Messi parecía que quiso zanjar la cuestión del balón de oro (si lo merecía o no), Iniesta le contestó también con una de las suyas (esa bolea desde casi la grada, es acojonante) y hasta Alves se espabiló después de la bronca de Piqué e hizo un par de incursiones en el área bastante peligrosas.