Me lo pasé teta, esto hay que repetirlo cada lunes. Ese rato haciendo volar a cañonazos a todo lo que se acercaba (y cuando digo todo, digo todo, aunque venga dando saltitos) desde El Presidio fue un momentazo. Y a ver si el lunes que viene os quedais un rato más, que supo a poco. ¡Bailad malditos!